lunes, 11 de julio de 2016

Los bufones y el rey, según Rafael Alberti



Son tiempos donde la dependencia es exaltada como efeméride. Los genocidas desfilan en nombre de la patria ante el efusivo aplauso de una minoría recalcitrante. Dos siglos después de que se declarase formalmente la ruptura definitiva de las Provincias Unidas de la América del Sud con su metrópoli, un mandatario se esmera por quedar en la historia por su miserabilidad usuraria y por su servilsmo idiotizante, en partes iguales. Y para la ocasión, tiene la ocurrencia de llamar al rey de España para besar su mano. Pese a que se crea lo contrario, tampoco en esto el jefe de estado es original. Ya en el centenario de la Revolución de Mayo, en 1910, el entonces presidente conservador Figueroa Alcorta había invitado a la Infanta Isabel de Borbón a los festejos.
Pero si de repudiar las bufonadas oficiales se trata, los versos del pueblo también se tronan bufos. Lo burlesco emerge como respuesta desde abajo ante las ridiculeces de los de arriba. El verso se tuerce para denunciar lo grotesco; y para hacerlo, también usa dicha forma. El insulto y lo grosero irrumpen en escena. En el carnaval del texto, el poeta usa la voz del vulgo, y degrada a su alteza. 
Nada mejor, entonces que recuperar para la ocasión a Rafael Alberti, el excelso poeta, el que fuera luego Premio Cervantes de Literatura. A mediados de la década del 30, él escarnecía con sus versos a Franco, el caudillo falangista; junto a él, a condes, duques, barones y a la propia familia real, de la cual el hoy ilustre invitado oficial es heredero.

Reyes, cortesanos, bufones... no les cabe otro destino: la cloaca de la historia. 
Junto con toda la mierda.

***

Caudillote Azul Imperator 
(fragmento)



...Quiso el Caudillo se rey.
Antes, los cuernos arriba
y ahora los ganchos, de buey.

Quiso una corte imperial:
príncipes, nobles y damas
dentro hasta del orinal.

Por tan subidas hazañas,
dio don Paco el del Ferrol
títulos al nuevo sol
de la grandeza de España.

Príncipe del Pedo Gordo,
Príncipe del Pedo Flaco,
Infanta del pedo Sordo.

Marquesa del Coño Ameno,
Duque del Pene Aburrido,
Conde del Ano Sereno.

Marqués Abierta Bragueta,
Duquesa de Pierna Alzada,
Vizcondesa de la Teta.

Duque del Ojo en Asedio,
Marqués del Ya Conquistado,
Barón del Cojón y Medio.

Baronesa del Ombligo
y Un Seno Puesto al Remojo,
Doncella del Blanco Higo
y del Sostén Siempre Flojo.

Caballeros del Ribete
de Mierda en los Culos Secos,
Damas del Saca y Mete
y del Gran Mojón con Flecos.
(Mojón, es decir, sorete.)

Divina Corte Imperial.
Archiepiescopus franquistas
cantan la marcha real.

Divino imperio español.
Arcángeles falangistas
cuelan de Cara al Sol.

Rafael Alberti

En El burro explosivo; (1935-36)

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