martes, 17 de septiembre de 2019

Luis Pujals: su rostro en el recuerdo, su nombre en la victoria



Luis "El Flaco" Pujals (1941-1971). El que fue agitador entre obreros; el que militó y dirigió un partido revolucionario. El que fundó un ejército popular. Aquel a quien, prematuramente, el enemigo quiso borrar para siempre martirizándolo en la tortura, escondiendo sus huesos, como harían luego con otros miles. El que vuelve, cada 17 de septiembre, y cada vez que hay que dar pelea contra el oportunismo y los derrotados de antemano.

Como bien lo despidieron sus compañeros del PRT-ERP: "...cuando la victoria final sea nuestra, alguna escuela, alguna calle recordará su nombre a nuestros hijos".
Que así sea.

***


Pujals no contó nada
                                                                                               Al Flaco

Habrá de saberse que fue así,
así como acá se dice. Que parado
frente a los verdugos, que desnudo
ante la historia pero también rodeado de sicarios,
Pujals no contó nada.

Nunca despegó sus labios en la tortura. No mencionó siquiera
la inicial del nombre de su primer amor,
ni cuál fue el acostumbrado sueño 
que pobló de sudor, lo mismo que ahora,
las noches de su infancia;
ni si un titiritero de pueblo alegró
sus veranos de sopor y glicinas,
ni mucho menos si un secreto nardo
era el culpable de perfumar, prisionero,
las páginas de cierto recóndito libro.
No delató la orgánica de sus deseos,
ni el embute donde se esconden aún planes secretos
para tomar por la brida al sol
en un preciso y fatal cambio de guardia.
Claro que no, que tampoco dio el nombre
de ninguno de sus compañeros.
Parado ante el destino, que puede
tener la cara de un sol amigo lo mismo que de un lobo,
Pujals no contó nada.

Habrá de saberse
que no fue el único
aunque sí de los primeros de los suyos;
que fue así,
como acá se dice.

Que no.
Nada.
Les digo que Pujals no contó nada.

Mariano Garrido


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