Nunca se sabe cómo terminará, ni cuándo, un grito de rebelión que se ha echado al viento. Lo cierto es que en determinados momentos, a veces impensados, el pueblo dice basta. Y en ese decir basta recupera luchas previas, rabias ancestrales, se sacude injusticias seculares.
La reacción del pueblo chileno hace más de un año ante un nuevo abuso, plasmado en el aumento injustificado del transporte público, derivó en una serie de protestas que se transformaron en una verdadera rebelión popular. Su onda expansiva promete barrer con los vestigios del pinochetismo, arraigado en las instituciones chilenas a fuerza de maniobras palaciegas y defecciones políticas de una democracia enclenque, como tantas en Nuestra América.
Hoy el pueblo escribió otra carilla en esa historia, precedido y seguramente ratificado por movilizaciones callejeras.
Hoy el pueblo reafirma que los tiranos no son invencibles, no son inmortales, su legado no es imperecedero.
Para refrescarlo, poema de Clemente Riedemann, chileno.
Nunca se sabe cómo terminará, ni cuándo, un grito de rebelión que se ha echado al viento.
Algunos no terminan nunca.
***
De cómo la indiada les perdió el respeto a los caballeros
Los indios creían
que el español y
su caballo
eran ambos una
sola piedra irreductible.
Sin embargo, con el tiempo
disolvieron
ellos en su mente
esa hermosa
costra primitiva.
Un día dieron caza a un gran caballo
y lo pusieron en
tierra
y lo mataron a
palos.
Después ahumaron la carne
y se la
comieron.
Y como no se indigestaron
vieron ellos que
era bueno.
Pero el winka, cual cola de lagarto
continuaba aún
en movimiento.
Entonces vieron los mapuches
con los
huilliches y pikunches
que el español
era a ellos
casi en todo
parecido.
Que también tenían pelos
y miedo en los
bolsillos.
Y que caían al suelo
y se podrían.
Entonces los indios construyeron
el siguiente
silogismo:
“TODOS LOS WINKAS SON MORTALES”.
Y vieron ellos que era bueno
darse cuenta que
eran hombres
y no demonios
ataviados
con las
camisetas del cielo.
Clemente Riedemann; en el poemario Karra Ma’wn; 1984.
Recogido en la antología Poesía revolucionaria chilena; 2014.