Simplemente eso.
Una flor roja que diga que acá estamos; que no nos olvidamos, que en ésta seguimos juntos.
Una flor roja para decir que pese a la tristeza, juntos también vamos a vencer.
***
el
Deli
No voy
a decir otra cosa, excepto que
desde
hace unos meses
las
tareas se nos apilan en una larga lista, Deli.
“Que
necesitamos releer a Lenin”;
“Que
hay que pintar las paredes del comedor del barrio”;
“Que
hay que recuperar el sindicato”;
(Que en
la asamblea te echan de menos y aseguran
que
hace falta que estés vos.
Que urge
arriar para siempre la mansedumbre
de todo
pecho y hacerle su lugar a la justicia
a
pedradas si es preciso.
Que sí,
desde luego;
necesitamos
leer a Lenin).
Por el barrio hay quien pregunta
quién va, ahora, a darles ánimo a las vecinas
justo en esta mañana
que apila nubarrones
y quisiéramos creer que a nuestros
rostros los baña solo lluvia.
Que cómo es eso de que el Deli
va meramente en nosotros y en nuestras banderas
y no llevándolas él, ahí; primero en la fila.
Caminemos, nomás.
“Que hace falta avanzar con la escuela”;
“Que hay que echar a esa runfla de punteros”;
“Que al Che no hay que portarlo en bonitas remeras
sin antes grabarlo en la conducta”.
Que nos vemos, que hasta siempre;
que nos cruzamos cualquier día
en el Trabajo Voluntario.
Sea. En eso estamos.
Que tu sonrisa y una triunfante bandera roja
se confundan alguna madrugada
en una misma cosa.
Que sí;
que venceremos, Deli.
4 de junio de 2014
Mariano Garrido